lunes, 29 de diciembre de 2014
domingo, 28 de diciembre de 2014
UNA RAZON PARA SEGUIR
Junto al reloj noto como el
tiempo avanza, se va en un suspiro, en un pensamiento y se interna en lo más
profundo de nuestro corazón.
Acompañado de aquellos
recuerdos no gratos, esos que lastiman, hieren y hacen que pesemos en lo
difícil que es avanzar cuando no existe motivo para continuar.
Irónicamente para alivianar
la carga de esos malos momentos, acudimos a los instantes divinos esos que de
alguna u otra manera son inolvidables, que nos hicieron sentir una felicidad momentánea
que no perdura más allá de unos segundos, y no logra llenar ese vacío del alma
y menos el del corazón.
Realmente el tiempo no se
detiene y eso me enseña a que todo lo que pasó quedó atrás.
Olvidar no es sencillo
especialmente cuando nuestra voluntad no está dispuesta, pero si podemos
aprender a vivir sin esos recuerdos que nos hieren, tomando de ellos las buenas
experiencias y desechando aquello que lastima.
Lo principal, es aprender a
creer en uno mismo, decidir el día para comenzar a ser la persona que quiero
ser, es solo mi decisión. El mundo es un mejor lugar por la razón de que
existen personas especiales que forman parte de él, llevándonos a la alegría,
pues es un sentimiento espontáneo, que se da cuando realmente has encontrado lo
que te faltaba, ese vacío que nada pudo llenar en el pasado, ahora solo forma parte
de un vago recuerdo, porque encontré el tesoro más grande, EL AMOR, quizás en
la búsqueda de razones para seguir adelante, hallé lo más importante en mi
vida; el tiempo me dio la FELICIDAD y junto a ella un regalo más...
CONOCER A LA PERSONA MÁS
MARAVILLOSA DEL MUNDO!!!
Que con sus palabras tan
llenas de ternura y amor, me devolvió los sueños y en especial: MI CORAZÓN.
Es por eso que comprendo que
Dios ha dejado al tiempo como el más sabio maestro, puesto que aprendemos a
valorar cada enseñanza, guardándola en lo más profundo del corazón. Dejando al
tiempo y al pasado atrás, viviendo al máximo el presente, para esperar un
futuro esplendoroso, lleno de amor y felicidad junto a la persona amada.
EL TIEMPO DE DIOS ES
PERFECTO TU SOLO DEBES TENER PACIENCIA Y CONFIAR SIEMPRE EN EL…
sábado, 27 de diciembre de 2014
EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS
Después de pensarlo me
decidí a reparar una vieja casa que tenía en una granja. Entonces, contraté a
un carpintero que se encargaría de todos los detalles logísticos de
restauración.
Un día decidí ir a la
granja, para verificar como iban todos los trabajos. Llegué temprano y me
dispuse a colaborar en los quehaceres que realizaba el carpintero.
Ese día parecía no ser el
mejor para él. Su cortadora eléctrica se había dañado, haciéndole perder dos
horas de trabajo. Después de repararla, un corte de electricidad en el pueblo
le hizo perder dos horas más de trabajo. Tratando de recuperar el tiempo,
partió dos sierras de su cortadora. Ya finalizando la jornada, la pega que
disponía no le alcanzaba para mezclar su fórmula secreta de acabado.
Después de un día tan
irregular, ya disponiéndose para ir a su casa, el camión se le negaba a
arrancar. Por supuesto, me ofrecí a llevarlo. Mientras recorríamos los hermosos
paisajes de la granja, él iba en silencio meditando. Parecía un poco molesto
por los desaires que el día le había jugado. Después de treinta minutos
de recorrido llegamos a su casa, y de sorpresa recibí una invitación para que
conociera a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la
puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, de color verde intenso
y por demás hermoso. Tocó varias ramas con sus manos, mientras admiraba sus
preciosas hojas. Cuando abrió la puerta, ocurrió una sorprendente
transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas y alegría. Sus hijos
se lanzaron sobre él, dando vueltas en la sala. Le dio un beso a su esposa y me
presentó. Me invitó un refresco y una suculenta cena.
Ya despidiéndome, me
acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol sentí curiosidad y le
pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. Le hice referencia a
su conducta con el árbol. ¡Ohh!, ese es mi árbol de los problemas, contestó.
Entonces dijo, sé que no
puedo evitar tener dificultades en mi trabajo, percances y alteraciones en mi
estado de ánimo. Pero una cosa si es segura: Esos problemas no pertenecen ni a
mi esposa y mucho menos a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el
"árbol de los problemas" cada noche cuando llego a casa. Luego en la
mañana los recojo nuevamente.
Lo divertido es, dijo
sonriendo el carpintero, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay
tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.
Me monté en mi carro,
meditando sobre la estrategia del carpintero para ser más feliz y evitar
contaminar el hogar con los problemas laborales. Entonces me dije, valió la
pena el paseo de hoy. Llegué a la granja y me dispuse a seleccionar mi
árbol de los problemas. Lo coloqué en el vehículo, y desde entones cada vez que
llego a mi hogar ya saben lo primero que hago.
viernes, 26 de diciembre de 2014
¿ES USTED RICO?
Era domingo, serían las dos
de la tarde, hacía mucho frío y estaba lloviznando, ya no venía nadie al
comercio entonces con mi señora decidimos cerrar así ella terminaba el estofado
que estaba haciendo. Lo que pasa que con el almacén siempre los domingos
comemos tarde. Yo me fui al comedor y me senté al lado del ventanal que llega
hasta el suelo, me puse a sacar cuenta para ver cómo hacía para pagar la cuota
del banco que es en dólares, de repente los vi junto al ventanal, dos niños de
8 y 7 años aproximadamente con abrigos gastados y rotos.
- ¿No tiene algunos diarios
viejos; señor para vender?
Yo estaba tan ocupado y
hacía rato que rezongaba con los números que les iba a decir que no y además
porque no tengo, pero los miré más detenidamente. Calzaban unas sandalias con
media, mojadas y con barro.
- Pasen, les voy a preparar
una taza de cocoa con leche caliente. No hubo ninguna conversación. Las
zapatillas mojadas dejaron las marcas en la pequeña alfombra que está a la
entrada del ventanal. Con mi señora les preparamos la cocoa con pan con dulce,
luego yo volví al comedor y ella a arreglar las camas. Pasaron unos veinte
minutos; me llamó la atención el silencio que había en la cocina, me asomé
despacio, la niña tenía la taza vacía en la mano y la estaba observando, el
niño preguntó con voz tímida
- ¿Usted es rico, señor?
- ¿Qué si soy rico? ¡No; por
favor! - exclamé, mientras echaba un vistazo a la puerta del fondo que le
faltan los pestillos, a los muebles que le faltan algunas manijas, al piso que
es de portland, y recordé que la pileta del baño está partida.
- Pero sus tazas hacen juego
con los platillos, dijo el niño; su voz sonaba a un hambre que ya no estaba en
el estómago. Luego se fueron, apretando unas revistas contra el cuerpo para
protegerse del viento. No nos dieron las gracias, no hacía falta, nos habían
dado mucho más que eso, sencillas tazas azules pero con platillos que hacían
juego.
Mientras mi compañera fue al
comedor, yo probé las papas y revolví el estofado, estofado con papas, un techo
que me protege, una frazada para taparme, un abrigo para cubrirme, un trabajo
seguro, todas esas cosas también hacían juego. Fui al comedor y cuando mi
compañera iba a limpiar la alfombra donde estaban las huellas con barro de esas
pequeñas sandalias le dije:
- No; déjala así, no la
limpies;
- ¿Por qué? -
preguntó.
- Porque quiero verlas.
- ¿Para qué?
- Por si algún día me olvido de lo rico que soy.
- Porque quiero verlas.
- ¿Para qué?
- Por si algún día me olvido de lo rico que soy.
VIVE EL DIA DE HOY COMO SI FUERA EL ÚLTIMO
Si el mañana nunca llega...
Si supiera que hoy es la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser
el guardián de tu alma.
Si supiera que hoy es la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser
el guardián de tu alma.
Si supiera que esta fuera la
última vez que te vería salir por la puerta,
te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que esta es la
última vez que voy a oír tu voz,
grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
Si supiera que esto son los
últimos minutos que te veré,
diría te quiero y no asumiría tontamente, que ya lo sabes.
diría te quiero y no asumiría tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay una mañana y la
vida nos da hora oportunidad
para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es
todo lo que nos queda, me gustaría decir cuanto te quiero y
que nunca te olvidaré.
para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es
todo lo que nos queda, me gustaría decir cuanto te quiero y
que nunca te olvidaré.
El mañana no le está
asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a
los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso.
Y que estuviste muy ocupado
para concederle a alguien un último deseo.
Mantén a los que amas cerca
de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas,
quiérelos y trátalos con amor, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
quiérelos y trátalos con amor, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
Así, si mañana nunca llega,
no tendrás remordimientos por hoy.
jueves, 25 de diciembre de 2014
ENVEJECER ES OBLIGATORIO, CRECER ES OPCIONAL
El primer día de clase en la
Universidad, nuestro profesor se presentó a los alumnos y nos desafió a que
presentáramos a alguien que no conociéramos todavía. Me puse de pie para mirar,
y vi una pequeña señora, viejita y arrugada, sonriéndome radiante, con una
sonrisa que iluminaba todo su ser.
Dijo: “Eh, muchacho... mi
nombre es Rosa. Tengo 87 años. ¿Puedo darte un abrazo?... ¡Claro que puede!
Y ella me dio un gigantesco
apretón. ¿Por qué está usted en la facultad en tan tierna e inocente edad?, le
pregunté. Yo estaba curioso por saber que la había motivado a entrar en este
desafío con su edad; y ella me contó:
”Siempre soñé con tener
estudios universitarios, y ahora estoy logrando uno”. Después de clase
caminamos hasta el edificio de la unión de estudiantes, y compartimos una
tableta de chocolate. Nos hicimos amigos enseguida. En el curso de un
año, Rosa se volvió un “icono” en el campus universitario y hacía amigos
fácilmente dondequiera que iba.
Adoraba vestirse bien y se
reflejaba en la atención que le daban los otros estudiantes, ¡estaba
disfrutando la vida...!
Al fin del semestre
invitamos a Rosa a hablar. Fue presentada y se aproximó al pódium. Cuando
comenzó a leer su charla preparada, dijo simplemente: “Discúlpenme, ¡estoy tan
nerviosa!...Nunca conseguiré colocar mis papeles en orden, así que déjenme
hablar a ustedes sobre aquello que sé: Ella despejó su garganta y comenzó: “No
dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar”.
Existen solamente tres
secretos para que continuemos jóvenes, felices y obteniendo éxito:
• Se necesita reír y
encontrar humor cada día.
• Se necesita tener un sueño, pues cuando estos se pierden, uno muere... ¡Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ni siquiera lo sospechan!
• Se necesita conocer la diferencia entre envejecer y crecer...Si usted tiene 19 años y se queda tirado en la cama por un año entero sin hacer nada productivo, terminará con 20 años...
• Si yo tengo 87 años y me quedo en la cama por un año y no hago cosa alguna, quedaré con 88 años...Cualquiera consigue quedar más viejo.
• Se necesita tener un sueño, pues cuando estos se pierden, uno muere... ¡Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ni siquiera lo sospechan!
• Se necesita conocer la diferencia entre envejecer y crecer...Si usted tiene 19 años y se queda tirado en la cama por un año entero sin hacer nada productivo, terminará con 20 años...
• Si yo tengo 87 años y me quedo en la cama por un año y no hago cosa alguna, quedaré con 88 años...Cualquiera consigue quedar más viejo.
Eso no exige talento ni
habilidad. La idea es crecer a través de la vida y encontrar siempre
oportunidad en la novedad: Los viejos generalmente no se arrepienten por
aquello que hicieron, sino por aquellas cosas que dejaron de hacer. Las únicas
personas que tienen miedo a la muerte son aquellas que tienen remordimientos.
Al de este año, Rosa terminó
el último año de la facultad que comenzó tantos años atrás. Una semana después
de doctorarse, Rosa murió tranquilamente durante el sueño. Más de 2.000
alumnos de la facultad fuimos a su funeral en tributo a la maravillosa mujer
que enseñó, a través de su ejemplo, que
“NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA SER TODO AQUELLO QUE UNO
PUEDE PROBABLEMENTE SER”.
miércoles, 24 de diciembre de 2014
LA PUERTA DEL CIELO
Un hombre, su caballo y su
perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un enorme árbol, cayó un
rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya
había abandonado este mundo y prosiguió su camino con sus dos animales; a veces
los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva
condición…
La carretera era muy larga,
colina arriba, el sol era muy fuerte estaban sudados y sedientos. En una curva
del camino vieron un portal magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza
pavimentada con adoquines de oro, en el centro de la cual había una fuente de
donde manaba un agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que
custodiaba la entrada.
-Buenos días.
-Buenos días – Respondió el
guardián.
-¿Cómo se llama este lugar
tan bonito?
- Esto es el Cielo.
- Qué bien que hayamos
llegado al Cielo, porque estamos sedientos
- Usted puede entrar y beber
tanta agua como quiera
- Y el guardián señaló la
fuente.
- Pero mi caballo y mi perro
también tienen sed…
- Lo siento mucho – Dijo el
guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con
gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo; dio
las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato
cuesta arriba, exhaustos, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada
por una puertecita vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles.
A la sombra de uno de los
árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero,
posiblemente dormía.
- Buenos días – dijo el
caminante.
El hombre respondió con un
gesto con la cabeza.
- Tenemos mucha sed, mi
caballo mi perro y yo.
- Hay una fuente entre
aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar – Podéis beber tanta agua como
queráis.
El hombre, el caballo y el
perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar
las gracias al hombre.
- Podéis volver siempre que
queráis – Le respondió-
- A propósito ¿Cómo se llama
este lugar?
- Cielo.
- ¿El Cielo? ¡Pero si el
guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo,
era el Infierno.
El caminante quedó perplejo.
- ¡Deberíais prohibir que
utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe de provocar grandes confusiones!
- ¡De ninguna manera! En
realidad, nos hacen un gran favor, Porque allí se quedan todos los que son
capaces de abandonar a sus mejores amigos…
UN SUEÑO DE NAVIDAD
La noche tenía un Cielo
brillante. Las estrellas habían salido en alegres grupos para iluminarlo
y advertir y precisar ante los habitantes de la tierra que era la víspera
de la Navidad, por lo que nadie podía tener amarguras, ni peleas, ni guerras.
Se acercaba el Nacimiento de Jesús, la mejor noticia que el Mundo iba a recibir
por los siglos de los siglos. Era, en cierta forma, el mensaje de paz por los
hombres que habían olvidado que muy jóvenes, desde su nacimiento, habían creado
un núcleo denominado Familia, que con el paso de los años se estaba
desintegrando, con lo cual los grandes valores morales y éticos, dolorosamente,
se escabullían.
También
ese Cielo tan preciosamente iluminado quería despertar la conciencia de tantos
y tantos jóvenes –hombres y mujeres- sumidos en la más tremenda oscuridad
porque una vez, pese a las numerosas advertencias, ingresaron en el mundo de
las drogas. Y a muchísimos les costaba salir luego de ellas. Y, generalmente,
pasaban a convertirse en delincuentes porque su adicción les obligaba a matar o
a robar.
Quería también el Cielo dar
una luz de esperanza para millones de personas víctimas del racismo y la
xenofobia, por el color de su piel, por su procedencia, por su condición
económica débil, para que tuvieran un hálito de paz y pensaran que un día no
muy lejano serían bien recibidos y desaparecerían todas las persecuciones,
los malos y despectivos tratos, las mofas y podrían trabajar y establecerse en
países que no eran los suyos para ayudar a crear riquezas y poder subsistir
decorosamente.
La
víspera del Nacimiento del Niño Dios, un Cielo tan resplandeciente,
pretendía indicar que todas las religiones eran igualmente respetables y que en
nombre de ninguna de ellas se podía incitar al crimen, al terrorismo, a la
violencia porque, precisamente Dios, creó al mundo para que la gente se
entendiese mediante la palabra, queriendo decir que iban a desaparecer las
desigualdades sociales; que los hombres y mujeres de buena voluntad contarían
con los recursos indispensables para su supervivencia. Así se conseguiría que
la felicidad fuera la norma general que todos contarían con una vivienda digna,
con eficientes sistemas de salud y de educación, sin prejuicios sociales ni
discriminaciones.
En cada uno de sus reflejos luminosos
traía un mensaje específico para que se acabaran las guerras; para que la
familia volviera a ser ese gran núcleo compacto donde predominase el
diálogo, como símbolo de unidad; para que nunca más hubiese drogas malignas
y se eliminaran para siempre. Para que el blanco, el negro, el amarillo y
todas las razas pacíficamente convivieran ayudándose unas a otras; para
que en todo el mundo las diferencias entre los seres humanos encontraran
la solución mediante el diálogo.
Pero,
desafortunadamente todo era un sueño. Tuve que despertar y encontrarme
con la realidad, con esa cruda realidad, que muchas veces, con gesto
dolorido, remueve las entrañas ante tantos hechos dolorosos, tristes, injustos
y amargos que se viven a diario. Durante la noche la lluvia y
la tierra se habían entremezclado y el Cielo había estado permanentemente a
oscuras. Mi mente había ideado un mundo digno. Un mundo construido para el ser
humano. Un mundo, sin embargo, destruido por el propio ser humano, debido a su
egoísmo, a no saber alejar de su corazón las malas obras y la cizaña
y por tener abierta su mente y su pensamiento para el mal
cerrándole todas sus puertas al bien. ¡Pero, a veces, los sueños se hacen
realidad!
martes, 23 de diciembre de 2014
UNO CRECE
Imposible atravesar la vida
…sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin
padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie
de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio. Ese es el costo de
vivir.
Sin embargo lo importante no
es lo que suceda, sino, cómo se reacciona.
Si te pones a coleccionar
heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver
a volar.
Uno crece…
Uno crece cuando no hay
vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe. Uno crece
cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando acepta su destino,
pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece asimilando lo que
deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que
puede ser el porvenir. Crece cuando supera, se valora y sabe dar frutos.
Uno crece cuando abre camino
dejando huellas, asimila experiencias… ¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se impone
metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos
sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor. Uno crece
cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por
temperamento… ¡Y humano por nacimiento!
Uno crece cuando enfrenta el
invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca
camino aunque se levante el polvo. Uno crece cuando se es capaz de afianzarse
con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores… ¡Y de
encenderse con residuos de amor!
Uno crece ayudando a sus
semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.
Uno crece cuando se planta para no retroceder… Cuando se defiende como águila
para no dejar de volar… Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.
Entonces… Uno Crece.
lunes, 22 de diciembre de 2014
EL ÁNGEL DE LOS NIÑOS
Cuenta una leyenda que a un
angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un
día a Dios.
- Me dicen que me vas a
enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? Tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles
escogí uno para ti, que te está esperando y que te cuidará.
- Pero dime, aquí en el
cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te
sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entender lo que la
gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y qué haré cuando quiera
hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las
manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra
hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más
aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste
porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará
siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque
yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran
paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso
repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando…
-¡Dios mío, si ya me voy
dime su nombre! ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tú
le dirás: MAMÁ.
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